viernes, 17 de enero de 2014

EL RENACIMIENTO:....CUANDO LA DANZA ENCONTRÓ MAESTRO




En clase de música estamos tratando de entrar poco a poco en el ambiente del Renacimiento. Esta semana le ha tocado a la danza, manifestación artística que cobra una especial importancia durante este período, ya que a él pertenecen los primeros tratados de danza conocidos, que dejan entrever hasta qué punto se daba importancia a la actividad de danzar.



Así pues...de forma silenciosa la mayor parte de los grupos hemos hecho nuestros pinitos en el pasillo...eso sí....calladitos...y...milagrosamente y sin accidentes ni lesiones que lamentar, hemos bailado pavana y recibido las indicaciones para convertirnos en maestros de baile del Renacimiento.

¡Mi enhorabuena a los grupos en general, por su buen comportamiento durante las sesiones en el pasillo!


Este es el vídeo de la coreografía que hemos hecho, con algunas diferencias. Recordad que hay que plasmar la que hemos hecho en clase.


Os dejo también algunas de las indicaciones orales que os he ido dando durante la sesión que hemos bailado para que podáis estudiar bien el tema:
- Origen del término "pavana": podría referirse al movimiento lento y elegante del pavo real macho durante el cortejo y también hacer referencia a la ciudad italiana de Padua.
- Se trata de una danza lenta, a lo bajo (los pies no se despegan apenas del suelo) y que serviría como apertura de una suite (conjunto de danzas) en la que se puede observar de forma cómoda a los bailarines. En las suites, las danzas se agrupaban en parejas siendo una danza más lenta y otra más rápida. Una de las razones para esta alternancia lento-rápido (o viceversa)  sería la necesidad de que los bailarines descansaran ya que los vestidos de la época podían llegar a pesar bastante.

Es importante recordar que la visión de la danza durante el Renacimiento responde a la visión antropocéntrica que primará en esta época, constituyendo una de las manifestaciones de ocio más valoradas por la nobleza y la alta burguesía, y que poco a poco se extenderá al resto de la sociedad. Así pues, no es de extrañar que cobraran relevancia los maestros de danza. El primer tratado conocido se lo debemos a Domenico de Piacenza, de mediados del siglo XV y que está considerado como el primer coreógrafo conocido. De él extraemos la imagen que tenéis a continuación.







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